12. Ciencia, tecnología y sociedad_Tarea 3



La presencia de la educación en linea, hoy en día, no es un resultado final al que ya estamos acostumbrado, sino un proceso en desarrollo cuyos elementos estructurales cambian cada día. La educación en línea, en palabras más llanas, no es algo que ya se ha consolidado, sino una herramienta que está evolucionando y que, por cuestiones de medium, no podrá sino seguir haciéndolo. La cuestión, de todas formas, no es qué tipo de instrumentos se utilizarán en el futuro (pensémos en las lecciones en vivo y cómo esto habría sido imposible hace veinte años), sino si una educación de este tipo, fuera del mecanismo de “entre las paredes de la clase” podría o menos funcionar y además suplantar a lo que estábamos acostumbrados. El uso de “estábamos” y no “estamos” subraya, entonces, el hecho de que ya nos encontramos en una situación “bisagra”, en la que parte de nuestra maneras de concebir la educación se basa en estructuras “del pasado”, y parte en lo que defino como las estructuras “del futuro” (teórico, por supuesto, ya que todo puede cambiar). Y, efectivamente, mi consideración en cuanto estudiante tanto de modalidades “en clase” como de modalidades “en línea” me permite afirmar que, considerando las ventajas y las desventajas de las dos, lo que estamos experimentando es un camino hacia una evolución del concepto de estudio. La educación en línea, efectivamente, permite acceder a los horarios que más nos apetezcan y estudiar según patrones que decidimos nosotros, si bien dentro de un marco (podríamos definirlo líquido, no completamente rígido) estructurado por los profesores. La tecnología, entonces, nos ayuda a entrar en contacto con nuevos conocimientos que no solo pueden formar parte de nuestro mundo (la nación en la que vivimos), sino que abren las puertas a otros puntos de vista: el estudiante italiano (yo) puede acceder a formas de conocimiento superiores de universidades (UPNA, Países Vascos) que se encuentran geográficamente lejos de él. Más aún, la distancia geográfica se inserta en el discurso del “tiempo”, o sea en el hecho de permitir a cualquiera el acceso al conocimiento en todo momento, sin tener en cuenta las variaciones horarias que pueda haber, por ejemplo, entre el continente americano y el continente europeo. El cambio radical de la manera de concebir el aprendizaje, entonces, no podrá sino promover la creación de nuevas maneras de estudiar, de analizar los textos, de seguir las lecciones, así como de crear nuevas maneras de controlar que el estudiante haya aprendido lo que tenía que estudiar (esto implicará por supuesto un mayor número de pruebas durante el curso y una revolución en la manera de concebir los test y los exámenes finales, por ejemplo con pruebas orales en directo o produciendo más material escrito y no solo). Se sostiene, además, que esta nueva manera de difundir el conocimiento podrá, si estructurada de forma racional, aumentar las posibilidades de tener acceso a una educación superior y crear así a una nueva ciudadanía mundial cuya gramática interpretativa (el cómo se lee el mundo) será más amplia y, por supuesto, más variada y democrática. No hay que tenerle miedo a la tecnología, sino lograr utilizarla como herramienta para el mejoramiento tanto de la población humana como de la naturaleza de la que formamos parte.

Comments

Popular posts from this blog

09. Científicas de ayer y de hoy_Tarea 8

14. Historia de la Ciencia en América Latina_Tarea 6

03. Introducción a la Historia de la Ciencia_Tarea 6