07. Conocimiento y valores_Tarea 1

 

Valor

Lingüísticamente con valor se entienden dos conceptos: por un lado el valor en cuanto forma cuantificable, y por el otro el valor en cuanto concepto abstracto caracterizado por un matiz de calidad. En el primer caso se habla del valor de un objeto o de una teoría, por ejemplo, y se define así su importancia o tan solo lo que puede ser su precio. En el segundo caso, el valor indica un elemento que forma parte del conjunto de cualidades típicas de un objeto o de una teoría. Es este segundo caso el que nos interesa, si bien no hay que descartar el primero, y esta definición nos lleva a entender el conjunto de valores como sinónimo de cualidades de un determinado elemento. Resulta interesante, de todas formas, notar cómo el conjunto de valores de un determinado elemento puede variar según la cultura o subcultura en la que se encuentre: es posible afirmar, de hecho, que los valores son relativos o que, por lo menos, no solo su aceptación sino su mismo estatus de valor pueden cambiar desde un punto tanto geográfico como histórico, como por ejemplo el valor de utilidad de un elemento que en determinadas épocas puede ser alto o menos según su uso (piénsese en la gasolina hace trescientos años, en la gasolina en el tiempo presente, y en la gasolina dentro de doscientos años). 

Valor epistémico

Con valores epistémicos nos referimos, en el marco de la ciencia, a aquellos elementos típicos de las ciencias mismas. En otras palabras, se trataría de valores que se instauran dentro del área de cada investigación científica y que, por esta razón, crean una diálogo interno y no externo. Lo epistémico llevaría, en otras palabras, a tener en cuenta la hechura misma de la(s) ciencia(s) sin tener en cuenta aquellos elementos que se insertan en el tejido cultural externo (qué provoca la ciencia en la sociedad, por ejemplo). Valores típicos de carácter epistémico pueden ser, entonces, la fiabilidad de los datos, el uso de un lenguaje reconocido por la comunidad científica, la presencia (si necesario) de fórmulas matemáticas que llevan a tener una mayor precisión, o tan solo el hecho de posibilitar la reproducción de un experimento o de dejar abierta la posibilidad de mejorar o criticar lo que se expone en el caso de que se llegue a diferentes resultados con la experimentación por parte de otros científicos.  

Valor no epistémico

Con valores no epistémicos nos referimos, en el marco de la ciencia, a aquellos elementos que si bien forman parte del conjunto “ciencia”, no son estrictamente específicos o, más bien, se sitúan en una posición circunstancial en lo que a los mecanismos internos de una investigación científica se refiere. En palabras más llanas, si un valor espistémico tiene su importancia en la estructura interna, un valor no espistémico subraya el carácter también social que la ciencia y la investigación científica pueden tener. Un ejemplo claro puede ser la diferencia que se establece entre una investigación (que contiene sus valores epistémicos, como el uso de datos fiables, un lenguaje compartido por la comunidad científica, etc.) y el acto mismo de permitir esta investigación (o sea decidir por qué resulta correcto analizar un determinado elemento natural, por ejemplo, o sea cuál es el resultado para la sociedad). Los valores no epitémico, en tanto elementos culturales, pueden ser de varios tipos, y van de la presencia de mujeres en la comunidad científica a la decisión de destinar fondos o menos según la importancia para la sociedad (piénsese en los tipos de cánceres, ya que los más raros tendrán menos posibilidades de ser objeto de estudio).  

Conocimiento

El conocimiento es el conjunto de datos que tenemos sobre un determinado tema. Se trata entonces de un elemento que contiene en sí una parte que definimos de cantidad y una de calidad. Las dos partes, obviamente, no son interdependientes, ya que podemos tener pocos conocimientos, sin embargo de gran calidad, así como muchos pero de calidad muy mala. Teóricamente el conocimiento se forma a través de la experiencia, sin embargo es posible afirmar que no siempre es posible experimentar cada elemento ya que la transmisión académica basta para llegar a un resultado positivo. Hay que subrayar, entonces, cómo el conocimiento puede ser práctico o teórico, o sea el resultado de una experiencia directa o de una serie de cálculos. Finalmente, hay que añadir que el conocimiento es de carácter humano y por esto su importancia puede variar según el tipo de cultura y sociedad que lo maneje.  

Conocimiento científico

Si el conocimiento es el conjunto de datos, el conocimiento científico es el conjunto de datos dentro del marco de la(s) ciencia(s). Se refiere, entonces, a toda la serie de descubiertas y de clasificaciones de los elementos que forman parte de la naturaleza del universo, desde los elementos más pequeños hasta los más grandes. El conocimiento científico es también un producto histórico, por lo cual elementos antes definidos como parte de la ciencia pueden haber desaparecido o evolucionado, así como nuevos elementos pueden ser añadidos según los resultados de la investigación y de las nuevas descubiertas que la tecnología también posibilita. El conocimiento científico se dispone, además, en diferentes niveles, o sea cada conocimiento, si bien definido “científico”, forma parte del conjunto específico del tipo de ciencia (biología, astronomía, etc.) en el cual se sitúa.